Siempre había querido encontrar al amor de mi vida, hasta que un día lo encontré y ahora sé que no es como yo lo imaginaba…
El amor, luego la tristeza y luego el odio. Estas son las tres palabras que siempre estarán en la vida de una persona.
Y yo me preguntaba, ¿cómo podría llegar a odiar a la persona a la que más quiero en el mundo?
Pues la respuesta es muy simple, por AMOR.
El amor es una cosa que se siente sin querer.
Tú no dices a quien quieres querer, lo dice el amor.
Pero, a veces el amor se equivoca, como todo el mundo, y elige a una persona que, por mucho que la quieras, esa persona no te quiere y te hará mucho daño.
Crees que lo que te dicen es de verdad, pero solo quieren aprovecharse de ti y luego, dejarte.
Cuando estaba a tu lado, me sentía como si estuviéramos solos tú y yo, y nadie más en el mundo. Me sentía bien.
Nunca pensé que me harías tanto daño, nunca pensé que dejaría de vivir… por ti.
Por tu estupidez, por tu engaño, por tu insensibilidad.
Y ahora lo que siento es solo odio hacia ti.
Mi alma se volvió negra cuando te oyó pronunciar esas últimas palabras.
Porque todo esto lo hizo el destino, y no se puede cambiar.
Te odio más que a nadie en el mundo. Eso es lo que siento por dentro aunque sé que, muy en el fondo, aún te quiero.
Pero lo único que quiero hacer es olvidarte, olvidar tu voz, olvidar tu cara, tus palabras… ¡TODO!
Quiero olvidar todo lo que tuve contigo. Porque cuando quieres a alguien, tienes que dejarlo libre, no enjaularlo.
Y espero que me quieras y me dejes extender las alas para volar en libertad, porque es lo que yo haría…
Solo quiero que me olvides como yo te olvidé a ti…
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